SE AGUDIZAN LA CRISIS Y LA VIOLENCIA EN MEXICO
Tomás Oropeza Berumen
México, 12 de julio.- Mientras el presidente de facto Felipe Calderón promueve en China su proyecto privatizador del oro negro mexicano, según él condición indispensable para que México se coloque en el 2040 en el cuarto lugar de las potencias mundiales, la triste realidad es que las condiciones de vida de millones de mexicanos se deterioran cada día. Tendencia que sólo es contrarrestada de manera indirecta y tenuemente por la constante subida de los precios de la mezcla mexicana que este viernes llegó a los 132.18 usd (5.56 dólares por arriba de lo estimado para este mes).
Pero además del empobrecimiento generalizado por la recesión que vive el país y la abrupta caída de las remesas procedentes de Estados Unidos, donde la crisis hipotecaria y la parálisis económica afecta a todas las ramas de la producción, dándose el caso de que el gobierno ha tenido que rescatar al banco Indy Mac Bancorp, en lo que es la peor crisis de un banco norteamericano en 24 años, la política militarista de Calderón esta provocando un grave deterioro en el respeto a los derechos humanos y las libertades políticas del pueblo mexicano.
Si bien la economía mexicana ha permanecido estancada desde que hace 26 años el gobierno le colocó la camisa de fuerza del modelo neoliberal, que provocó la caída del PIB a un promedio de 2.4%, Calderón expuso ante los azorados gobernantes de la poderosa potencia económica con la que México tiene un déficit comercial anual mayor a los 20 mil millones de dólares, que México estará dentro de 32 años en el cuarto lugar, sólo debajo de EE.UU. China y la India, naciones cuyo PIB crece 10% cada año.
Otro factor que está incidiendo para empobrecer más aún a los trabajadores es la inflación que por estos días llegó al 5.4% mientras que los incrementos salariales han sido de 4.3%. Pero si tomamos en cuenta que el 60% de la población económicamente activa se ocupa en la llamada economía informal, la situación es peor que lo que dicen las estadísticas oficiales.
Los precios de gasolina, gas y alimentos están fuera de control y se prevé que siga la tendencia inflacionaria que se agudizará por el mes de septiembre, cuando los niños retornan a las escuelas y deben pagarse colegiaturas en las escuelas privadas, consideran los analistas de la consultoría Invex. Y es que los precios de alimentos básicos han tenido incrementos mayores al 50%, como el arroz (52%), aceite comestible (54%), jitomate (26%), frijol (26%), etc. En cuanto al desempleo este roza la cifra de casi 2 millones de personas de una Población Económicamente Activa de 45.6 millones de hombres y mujeres.
En el ámbito político la constante ha sido la represión contra los movimientos sociales y sectores marginados como los jóvenes de los barrios pobres del país. El caso del tugurio News Divine donde la policía hizo gala de brutalidad no es raro, a pesar de que fue obra de un gobierno de “izquierda” que sin embargo aplica las recomendaciones de cero tolerancia del ex alcalde de Nueva York R. Giuliani. Otro ejemplo del endurecimiento gubernamental es la instauración en los cuerpos policíacos y militares de programas para la enseñanza de la tortura, situación que aunque provocó recientemente un escándalo al salir a la luz los videos del entrenamiento a la policía de León, Gaunajuato, entidad gobernada por el PAN, seguramente continúa siendo la doctrina oficial en todos los cuerpos represivos.
Las torturas, vejaciones y violaciones nunca castigadas ni reparadas contra estudiantes y pobladores de San Salvador Atenco, el 4 de mayo del 2006, todavía bajo el gobierno del panista Vicente Fox y el encarcelamiento hasta la fecha de los líderes sociales Ignacio del Valle, Héctor Galindo (estudiante de la UNAM), Felipe Álvarez condenados a una pena de 67 años son otra muestra de la brutalidad del régimen del gobierno emanado del fraude electoral del 2006.
Y todo esto sucede en el contexto de la guerra contra la delincuencia organizada y el narcotráfico cuyo saldo ya rebasa por estos días los 5 mil muertos en enfrentamientos entre las bandas y entre estas y el ejército y policías.
Estrategia de Calderón que le fue impuesta por el gobierno norteamericano y que forma parte del proyecto expansionista de aquélla nación delineado en el ASPAN y el Plan Mérida, copia al carbón del Plan Colombia que en aquél país ha servido para el fortalecimiento de las bandas paramilitares, el combate a las guerrillas de las FARC y el incremento del cultivo de coca.
En México el despliegue militar y el espionaje del CISEN hasta contra legisladores del PRI, no ha detenido la violencia, por el contrario la ha elevado exponencialmente, al grado que la tibia Comisión Nacional de los Derechos Humanos acaba de emitir ocho recomendaciones al titular de la Secretaría de la Defensa Nacional para que se castigue a los milicos autores de violaciones, torturas, asesinatos y robos.
La política real y concreta de Calderón podría sintetizarse en el estado de Chiapas, donde el ejercito está preparando un ataque contra los pueblos indios que han construido los Caracoles zapatistas, formas de ejercer el autogobierno para resolver las carencias y superarse económica, política y culturalmente.
En un documento elaborado por el Centro de Análisis Político e Investigaciones Sociales (CAPISE) Vientos de Guerra, se observa que grupos de Fuerzas Especiales, Policía Militar (PM), agrupamientos, Batallones de Infantería (BI), Regimientos de Caballería Motorizada (RCM), Regimientos de Artillería (RA), Compañías de Infantería no Encuadradas (CINE), Batallones de Ingenieros de Combate (BIC) y Compañías de Ingenieros de Combate (CIC), entre otros, están operando dentro del territorio indígena zapatista”.
La renovada ofensiva castrense apunta de manera muy concreta contra el EZLN, las autoridades civiles zapatistas, sus bases de apoyo, el proyecto integral que desarrollan en el contexto de su libre determinación como pueblos indígenas y contra el movimiento nacional de la otra campaña, surgido a partir de la Declaración de la Selva Lacandona.
Tomás Oropeza Berumen
México, 12 de julio.- Mientras el presidente de facto Felipe Calderón promueve en China su proyecto privatizador del oro negro mexicano, según él condición indispensable para que México se coloque en el 2040 en el cuarto lugar de las potencias mundiales, la triste realidad es que las condiciones de vida de millones de mexicanos se deterioran cada día. Tendencia que sólo es contrarrestada de manera indirecta y tenuemente por la constante subida de los precios de la mezcla mexicana que este viernes llegó a los 132.18 usd (5.56 dólares por arriba de lo estimado para este mes).
Pero además del empobrecimiento generalizado por la recesión que vive el país y la abrupta caída de las remesas procedentes de Estados Unidos, donde la crisis hipotecaria y la parálisis económica afecta a todas las ramas de la producción, dándose el caso de que el gobierno ha tenido que rescatar al banco Indy Mac Bancorp, en lo que es la peor crisis de un banco norteamericano en 24 años, la política militarista de Calderón esta provocando un grave deterioro en el respeto a los derechos humanos y las libertades políticas del pueblo mexicano.
Si bien la economía mexicana ha permanecido estancada desde que hace 26 años el gobierno le colocó la camisa de fuerza del modelo neoliberal, que provocó la caída del PIB a un promedio de 2.4%, Calderón expuso ante los azorados gobernantes de la poderosa potencia económica con la que México tiene un déficit comercial anual mayor a los 20 mil millones de dólares, que México estará dentro de 32 años en el cuarto lugar, sólo debajo de EE.UU. China y la India, naciones cuyo PIB crece 10% cada año.
Otro factor que está incidiendo para empobrecer más aún a los trabajadores es la inflación que por estos días llegó al 5.4% mientras que los incrementos salariales han sido de 4.3%. Pero si tomamos en cuenta que el 60% de la población económicamente activa se ocupa en la llamada economía informal, la situación es peor que lo que dicen las estadísticas oficiales.
Los precios de gasolina, gas y alimentos están fuera de control y se prevé que siga la tendencia inflacionaria que se agudizará por el mes de septiembre, cuando los niños retornan a las escuelas y deben pagarse colegiaturas en las escuelas privadas, consideran los analistas de la consultoría Invex. Y es que los precios de alimentos básicos han tenido incrementos mayores al 50%, como el arroz (52%), aceite comestible (54%), jitomate (26%), frijol (26%), etc. En cuanto al desempleo este roza la cifra de casi 2 millones de personas de una Población Económicamente Activa de 45.6 millones de hombres y mujeres.
En el ámbito político la constante ha sido la represión contra los movimientos sociales y sectores marginados como los jóvenes de los barrios pobres del país. El caso del tugurio News Divine donde la policía hizo gala de brutalidad no es raro, a pesar de que fue obra de un gobierno de “izquierda” que sin embargo aplica las recomendaciones de cero tolerancia del ex alcalde de Nueva York R. Giuliani. Otro ejemplo del endurecimiento gubernamental es la instauración en los cuerpos policíacos y militares de programas para la enseñanza de la tortura, situación que aunque provocó recientemente un escándalo al salir a la luz los videos del entrenamiento a la policía de León, Gaunajuato, entidad gobernada por el PAN, seguramente continúa siendo la doctrina oficial en todos los cuerpos represivos.
Las torturas, vejaciones y violaciones nunca castigadas ni reparadas contra estudiantes y pobladores de San Salvador Atenco, el 4 de mayo del 2006, todavía bajo el gobierno del panista Vicente Fox y el encarcelamiento hasta la fecha de los líderes sociales Ignacio del Valle, Héctor Galindo (estudiante de la UNAM), Felipe Álvarez condenados a una pena de 67 años son otra muestra de la brutalidad del régimen del gobierno emanado del fraude electoral del 2006.
Y todo esto sucede en el contexto de la guerra contra la delincuencia organizada y el narcotráfico cuyo saldo ya rebasa por estos días los 5 mil muertos en enfrentamientos entre las bandas y entre estas y el ejército y policías.
Estrategia de Calderón que le fue impuesta por el gobierno norteamericano y que forma parte del proyecto expansionista de aquélla nación delineado en el ASPAN y el Plan Mérida, copia al carbón del Plan Colombia que en aquél país ha servido para el fortalecimiento de las bandas paramilitares, el combate a las guerrillas de las FARC y el incremento del cultivo de coca.
En México el despliegue militar y el espionaje del CISEN hasta contra legisladores del PRI, no ha detenido la violencia, por el contrario la ha elevado exponencialmente, al grado que la tibia Comisión Nacional de los Derechos Humanos acaba de emitir ocho recomendaciones al titular de la Secretaría de la Defensa Nacional para que se castigue a los milicos autores de violaciones, torturas, asesinatos y robos.
La política real y concreta de Calderón podría sintetizarse en el estado de Chiapas, donde el ejercito está preparando un ataque contra los pueblos indios que han construido los Caracoles zapatistas, formas de ejercer el autogobierno para resolver las carencias y superarse económica, política y culturalmente.
En un documento elaborado por el Centro de Análisis Político e Investigaciones Sociales (CAPISE) Vientos de Guerra, se observa que grupos de Fuerzas Especiales, Policía Militar (PM), agrupamientos, Batallones de Infantería (BI), Regimientos de Caballería Motorizada (RCM), Regimientos de Artillería (RA), Compañías de Infantería no Encuadradas (CINE), Batallones de Ingenieros de Combate (BIC) y Compañías de Ingenieros de Combate (CIC), entre otros, están operando dentro del territorio indígena zapatista”.
La renovada ofensiva castrense apunta de manera muy concreta contra el EZLN, las autoridades civiles zapatistas, sus bases de apoyo, el proyecto integral que desarrollan en el contexto de su libre determinación como pueblos indígenas y contra el movimiento nacional de la otra campaña, surgido a partir de la Declaración de la Selva Lacandona.