domingo, febrero 15, 2009


AISLAMIENTO Y REPRESIÓN

Tomás Oropeza Berumen


México, 15.02.09.- Durante la semana pasada el grupito que mal gobierna al país aumentó su aislamiento político y social. Ya no sólo lo repudian la clase trabajadora, campesinos, indígenas y amplios sectores de las casi extintas clases medias. Ahora también un importante sector de la burguesía está expresando sus diferencias con la política económica de Felipe Calderón.

Las contradicciones están agudizándose y la soledad del grupito de Calderón y su partido, el derechista Acción Nacional, está creciendo en un proceso irreversible, pues además de haber perjudicado gravemente las condiciones de vida y trabajo de millones de mexicanos, la incapacidad para enfrentar la crisis económica esta provocando la quiebra de miles de empresarios medios y pequeños. Pero la situación está tan mal que hasta Carlos Slim, el más rico de México y el segundo del mundo, lanzó la semana pasada una severa crítica a Calderón, quien sigue instalado en una visión propia del Club de los Optimistas y balbuceando sobre las grandes oportunidades que presenta el país para invertir, porque según él la crisis pasará pronto.


Otra muestra del creciente aislamiento de Calderón es la rebelión que provocó entre las filas del PAN cuyos diputados tomaron la tribuna para rechazar el decreto del ejecutivo de facto donde estableció un impuesto para la tenencia de autos usados hasta del 300 % de su valor. Con el apoyo de los demás partidos ahora se esta exigiendo la derogación de dicho decreto que sólo protege a la industria automotriz en detrimento de quienes por carecer de recursos compran autos de medio cachete.

Pero uno es el discurso y otra la visión real del grupo en el poder, que se está preparando para llevar a cabo, una serie de acciones fulminantes, para imponer las reformas estructurales del modelo neoliberal, como la reforma laboral, la privatización del agua, profundizar en la orientación privatizadora de la reciente reforma petrolera, en la privatización del sector salud y la educación, etc. Como si no pasara nada y el sistema económico capitalista no estuviera en una crisis que reclama, para salvarlo mediante reformas, de un cambio en el modelo económico. Por el contrario, el michoacano y fervoroso católico quiere seguir adelante con el modelo neoliberal, pase lo que pase.

El resolutivo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, acerca del caso Atenco, es un claro indicativo de que el régimen fascistoide de Calderón se está preparando para aplicar la política del garrote a los movimientos sociales que cuestiones sus medidas.

Con la exoneración de cualquier responsabilidad criminal a los autores intelectuales de la represión contra los pobladores de San Salvador Atenco el 3 y 4 de mayo del 2006, cuando fueron brutalmente golpeados, torturados, asesinados 2 jóvenes, encarcelados cientos de campesinos y estudiantes, y violadas decenas de mujeres por la PFP y la policía estatal, conforme a un operativo de guerra de baja intensidad para aterrorizar a la población de ese pueblito del Estado de México, que se opuso a la construcción de un aeropuerto por parte del entonces presidente Vicente Fox, se está lanzando la señal de que en lo sucesivo así se procederá contra otros movimientos rebeldes.

La coraza de impunidad con que la SCJN ha protegido a los responsables de esa represión: Vicente Fox, ex presidente; Enrique Peña Nieto, gobernador del edomex; Eduardo Mediana Mora, actual titular de la PGR; Ardelio Vargas Forzado, entonces coordinador de las Fuerzas Federales de Apoyo; Wilfrido Robledo Madrid, director de la Agencia Estatal de Seguridad, y otros personajes, también protegerá a quienes en adelante ordenen y ejecuten acciones represivas similares.
Se trata de que los gobernantes puedan aplicar la fuerza del Estado contra organizaciones populares que se opongan a la política gubernamental.
¿Acaso el Estado no es otra cosa que la máquina de guerra de la burguesía contra los explotados? Tal como sostienen Marx y Engels.

Las consecuencias de esta miopía es que el país vive hoy una de las etapas de mayor descomposición y violencia de su historia reciente. Con más de cinco mil asesinatos en el contexto de la “guerra contra le delincuencia organizada”, todos los días se descubren los nexos de las corporaciones policíacas y el ejercito con las bandas de sicarios y sus patrones, como en el reciente asesinato del general Mario Enrique Tello Quiñones en Cancún, cuyos autores, fueron ex militares y policías al servicio de un cártel de la droga.

Lo más grave es el desastre económico que hoy atravesamos, con casi dos millones de desempleados a finales del 2008 (1 millón 900 mil, según el INEGI), 4.3% y crecimiento de la pobreza como nunca antes. Al grado que el Fondo Monetario Internacional, el organismo para el que trabajan obedientemente Calderón y su secretario de Hacienda Agustín Carstens, expresó que la economía mexicana se deteriora más rápidamente de lo previsto por la caída en los precios petroleros y las remesas, calculando que la caída del PIB será de 0.3% en este año.

Casi tres décadas de aplicación del modelo de libre mercado han destruido las bases económicas que posibilitarían el desarrollo del país. Ya casi no quedan campesinos ni obreros y casi toda la población económicamente activa (45.2 millones) esta ubicada en el llamado sector informal (26.4 millones de personas, 61% de la pea). En el sector industrial, 10.6 millones, 24.6%. Y en la agricultura, ganadería y silvicultura, 5.9 millones, 13.6%. Según datos del INEGI.
La crisis esta reduciendo todos los días el número de ocupados en la industria y lanzándolos al abismo de la economía de subsistencia. Al mismo tiempo que esta provocando la justa rabia de los explotados contra el gobierno, como se ha visto en explosiones recientes en Monterrey, con manifestaciones de miles de jóvenes encapuchados contra las atrocidades del ejército y en el DF, en la delegación de Azcapotzalco, donde los habitantes de un barrio se enfrentaron a los granaderos usando tanques de gas como lanzallamas. Expresiones del descontento de los de abajo y que desde luego serán tachadas de poco civilizadas.

Recientemente Dennis C. Blair, el director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, dijo que la crisis económica es hoy el enemigo principal de ese país. Pero lo que no sabe es que ese fenómeno mundial que esta en curso, ha comenzado a despertar de su letargo a millones de trabajadores que podrían desempeñar el papel de sepultureros del capitalismo. Tanto en Estados Unidos como en México y Canadá, porque al fin y al cabo esos tres países constituyen una zona económica íntimamente vinculada.