martes, octubre 25, 2011
EL DESPIDO NOS CORTÓ LA VIDA
(Entrevista al electricista en resistencia Jesús Pizano Medina)
Tomás Oropeza Berumen
El próximo 30 de noviembre vencerá el plazo acordado el 12 de septiembre entre el secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) Martín Esparza, el titular de la Secretaría de Gobernación Francisco Blake y el jefe de gobierno del D.F. Marcelo Ebrard, para desalojar el plantón que se mantuvo en el zócalo durante más de seis meses; que el gobierno de Felipe Calderón reinstale a los 16 mil trabajadores electricistas que se han mantenido en resistencia contra su decreto de liquidación del 11.X.2009 que terminó esa empresa paraestatal fundada en Canadá en 1898 ( The Mexican Light & Power Company, Ltd., concesión del dictador Porfirio Díaz para generar y distribuir electricidad en el Valle de México).
El acuerdo que despejó la plaza de la Constitución para la celebración de las “fiestas patrias” incluyó el reconocimiento de la dirección sindical (toma de nota) y el compromiso de agilizar los trámites para liberar a los 11 presos políticos electricistas, encarcelados desde el once de abril, así como de Miguel Márquez Ríos, también preso político desde el 21 de octubre del 2010 en el Cereso de San Miguel, Puebla.
Hasta el momento no hay indicios de que los puntos medulares del acuerdo se vayan a instrumentar.
Jesús Pizzano Medina, 56 años, trabajó 21 años como ayudante en el departamento de Intendencia de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, su salario era de 162.48 pesos. Su centro laboral estaba en Santa Clara, estado de México. Padre de dos hijas. Originario de Michoacán. Estudió hasta el tercer semestre de vocacional en el Politécnico Nacional, en la carrera de Contaduría. La dejó porque tuvo que trabajar y encontró empleo en la CLyF.
-¿Qué sucedió con su economía a raíz del despido que sufrió cuando el gobierno liquidó la CLFC?
- Para sobrevivir tuve que vender algunas cosas, como el coche. Para enfrentar los gastos. Y luego retiré el fondo del seguro de desempleo de las Afores. Posteriormente recibí el pago del aguinaldo, pero de ahí para acá no hay ningún ingreso. Y nos la vamos llevando con el apoyo de algunos familiares y algunos compañeros jubilados nos ayudan con los pasajes y algunas veces, con comida.
- ¿Pide apoyo económico, botea?
- Sí, en la Universidad, en la UAM Xochimilco. Dan poco. Pero uno entiende la situación económica del pueblo, hay desempleo, salarios miserables. La gente no tiene dinero. Pero hemos aprendido a vivir con lo que tenemos.
- En Michoacán los líderes del SME anunciaron la creación de un nuevo partido (la Organización Política de los Trabajadores) en el marco de un encuentro con dirigentes del sindicato minero y de maestros de la Sección XVIII. La noticia la dio Martín Esparza, secretario general del SME. ¿Qué piensa usted de esto?
- Yo estuve ahí y en lo personal le veo a futuro, pero como algo independiente de los resultados de nuestra lucha, porque si la apreciación de Martín Esparza es ser precandidato de ese futuro partido ¿Qué mensaje nos está dejando como base? ¿Qué nos vamos hasta el 2012? Debería primero solucionar nuestra problemática y luego continuar con sus proyectos pero muy independientemente.
-¿Las bases discutieron este proyecto del nuevo partido?
- Estuve en el Congreso y no escuché sobre la creación de ese partido. Nosotros fuimos a la firma de un pacto obrero minero – electricista.
- Hace unos días un grupo de ex trabajadores de la CLF que sí aceparon su la liquidación se quejó de que el gobierno no les ha dado empleo, como se los prometió, que de 27 mil liquidados nomás les ha dado chamba a 200 y que las empresas que iban a hacer no han cuajado.
-¿Cómo ven ustedes este asunto?
- El ofrecimiento lo hizo Javier Lozano, el secretario del Trabajo. De que los primeros 10 miel que aceptaran la liquidación serían re contratados por la Comisión Federal de Electricidad (CFE). No sé qué tanto les haya ofrecido Alejandro Muñoz para convencerlos de que se liquidaran.
- ¿Cómo han cambiado sus ideas en estos 17 meses de lucha, enfrenando a un gobierno tan anti obrero como el actual?
- En primera, que recobrar la confianza en el gobierno va a ser difícil, al menos para mí. Que la decisión que tomó Calderón fue muy injusta porque nosotros no éramos los responsables de ejercer el presupuesto de la CLF y sin embargo, somos los que estamos pagando las consecuencias. El director, que era el responsable de los malos manejos de la empresa hoy vive tranquilo. Nadie le llamó a cuentas.
-Con voz indignada agrega:
-Yo nunca me imaginé, ni en mis peores pesadillas que tendría que irme a hacer cola para que me den un plato de comida. O estar esperanzado a que algún compañero jubilado nos brinde un apoyo para podernos mover. Y de la ayuda de la familia, ahora ya no es una ayuda, se ve como una obligación para ellos. Es incómodo para uno, es una situación difícil. Yo ni a mi peor enemigo se la desearía. No es sólo la carencia mía, es la carencia de la familia. El despido nos cortó el futuro. A los 56 años de edad, ¿En dónde me van a dar trabajo?
- ¿Cuando lo despidieron tuvo alguna muestra de solidaridad por parte de sus vecinos?
- No. Parece que domina la idea de que mientras a mí no me pase nada. Mientras le peguen al de enfrente y yo esté bien, que acaben con el de enfrente. Los que sí apoyaron de inmediato fueron los compañeros jubilados. Vieron que estábamos en resistencia y gracias a la tranquilidad económica que tienen por el momento nos han apoyado.
- ¿Había participado antes en algún movimiento social?
-No. Nunca.
- ¿Votaba cada vez que había elecciones, a eso reducía su participación? ¿Por qué partido votó?
- Ahora estoy pagando las consecuencias, yo voté por Calderón. Qué me gano con ocultarlo. Sus propuestas de campaña me parecieron adecuadas, lo del empleo. Y me dejé tomar el pelo.
-¿Le parecía muy radical Andrés López Obrador? ¿Le parecía que iba a llevar al país a una situación como la que hay ahora?
-Creo que no me di el tiempo de pensar qué bueno o que malo sería.
-¿Qué le interesaba hacer antes del decreto de Calderón?
- Me gustaba leer. No me interesaba la política, no me motivaba. Leía novelas como Caballos de Troya, periódicos, revistas. De todo.
-¿Cómo ve el plantón en el Zócalo? (la entrevista se realizó el 24.03.2011)
-Están en la negociación los diputados, Gobernación y el SME. Seguiremos en plantón hasta que solucionen.
-¿Cómo ve el futuro del país, hoy en que se está discutiendo en la Cámara de Diputados la reforma laboral que propone el PRI, que es muy contraria a los intereses de los trabajadores. También se pretende aprobar una reforma fiscal, que propone el PRI y que gravaría alimentos y medicinas; se está orquestando rematar la privatización de Pemex. La violencia de la narcoguerra, etc.
- Creo que si no hay un cambio, esto va a estar cada día peor. El cambio debe llevar hacia algo más justo, más apegado a la Ley. Y en consideración del pueblo. Una economía se tiene que basar en que haya buenos trabajos y buenos salarios.
- De la guerra contra el narco ¿Cómo es posible que nos estemos matando entre mexicanos? Un delincuente, aunque sea narco, tiene derechos. El gobierno primero mata y luego averigua. Y ya muertos todos son narcotraficantes. Si no hay un cambio verdadero, esto va a estar más difícil.
- ¿Cuando han realizado campañas para que los usuarios no paguen la luz a la Comisión Federal de Electricidad han tenido buena respuesta?
- Al principio muchos usuarios nos decían que estaban bien que nos corrieran, pero luego con el paso del tiempo y después de haber visto cómo les han subido la luz, hoy la gente se detiene, nos pregunta, nos pide asesoría. La gente toma los volantes, los leen. Hoy hemos encontrado apoyo.
- Y se queja del apoyo de saliva por parte de otras organizaciones sociales y partidos de izquierda, cuando nos cuenta:
-Han ido al Zócalo decenas de organizaciones sociales de todo tipo, y nos dicen que nos apoyan, que somos la punta de lanza de la lucha, etc. Pero creo que si hubieran ido aunque sea sus líderes a quedarse una noche en el campamento, ya las cosas hubieran cambiado.
domingo, octubre 23, 2011
LA INDIGNACIÓN Y LA LUCHA CONTRA EL CAPITAL
Tomás Oropeza Berumen
Pensar que el capitalismo en su modalidad de capitalismo salvaje se derrumbará por sí solo en la crisis que vive hoy el sistema económico basado en la propiedad privada de los medios de producción y la explotación de los asalariados es una ilusión paralizante.
Respetables economistas aseguran que la recesión económica que vive hoy la mayor parte del mundo y que afecta en distinto grado a los países que aún registran crecimiento de PIB, es tan grave –o más- que la de 1929.
Aquélla debacle la superó el sistema mediante el recurso del ascenso del fascismo, la Segunda Guerra Mundial, la derrota de los intentos revolucionarios en Alemania y España, etc. Con la destrucción de millones de vidas, la devastación de la industria y agricultura de Europa, Rusia, y Japón, entre otros países. De esa matanza emergió nuevamente el capitalismo y el Estado de Bienestar que entraría en una nueva crisis a finales de los años sesenta.
Hoy se habla de que el neoliberalismo ha fracasado y de la necesidad de remplazarlo. Pero desafortunadamente no se sabe bien con qué. A lo sumo en la mayoría de los casos en que los economistas “serios” abordan el tema se plantea el retorno al Estado de Bienestar. Pero, como diría uno de los expositores de Proyecto Alternativo de Nación del Movimiento de Renovación Nacional (MORENA) que se realizó hace unas semanas en la Facultad de Economía, UNAM: sin llevar a cabo nacionalizaciones ni cambios bruscos. O como hace unos días expresó el aspirante a la presidencia Andrés Manuel López Obrador en una exposición ante empresarios de Nuevo León: no se perseguirá a nadie, no habrá revanchismo, no se realizarán re estatizaciones, etc.
Se pretende superar los graves problemas económicos que vive el país con una especie de keynesianismo diluido. Ni siquiera de plantea conforme al paradigma del nacionalismo revolucionario, recuperar para la Nación lo que los gobiernos neoliberales del PRI y del PAN han privatizado.
Generados por la descomposición del capitalismo globalizado y la devastación económica y social que ha producido, han surgido en el mundo movimientos sociales que son una respuesta al empobrecimiento interminable de millones de personas que hasta hace unos años vivían en condiciones aceptables y hasta envidiables para los mexicanos.
Tal es el caso de los Indignados de España, quienes en su origen eran la generación más escolarizada que en su historia ha tenido ese país y que no obstante siguen formando parte del ejército industrial de reserva. Lo mismo podría decirse del caso de los ocupas de Wall Street.
A pesar del individualismo, la indiferencia y cinismo que prevalece en la mayor parte del mundo y que regula la conducta de jóvenes y viejos, hoy esos gérmenes de inconformidad de una pequeña minoría se está extendiendo y empatando con movimientos de otros sectores de la juventud proletaria en otras latitudes. Es el caso de los movimientos estudiantiles de Chile, Honduras, Colombia y la misma Península Ibérica.
La jornada mundial de los Indignados realizada el 15.X.011 abarcó más de ochenta países y 951 ciudades, con distintos grados de intensidad, participación, violencia represiva, etc. Pero en todos lados fue visto con simpatía por la población, no cabe duda.
En México también se llevó a cabo en varias ciudades donde se yuxtapuso con otras indignaciones y encabronamientos. Hoy los jóvenes y no tan chavos mantienen un plantón frente a la Bolsa de Valores en la avenida Reforma, apoyando al maestro de la Universidad Autónoma Metropolitana Edúr Velazco Arregui, quien comenzó una huelga de hambre el once de octubre demandando que el presupuesto destinado a la educación equivalga al 2 por ciento del PIB; que a los 16 mil electricistas del SME lanzados a la calle por el gobiernode Calderón se les regresen sus empleos y que el salario mínimo se eleve a 400 pesos diarios.
Gracias a la historia de los de abajo, la no registrada en los libros de los vencedores que a toda costa trata de que los explotados pierdan la memoria, sabemos que los grandes movimientos sociales y las revoluciones comienzan con la indignación de unos cuantos que al extenderse a miles y millones se convierte en una fuerza material incontenible.
El movimiento que comenzó en España y que contra todo pronóstico de los marxistas “serios” ha surgido en el corazón del imperio, en Wall Street y que ahora se replica en países donde la población parecía aletargada, es una demostración de que se avecina una ola revolucionaria en el mundo y de que la lucha de clases entre proletarios, multitudes oprimidas y humilladas contra el capital y sus gobiernos y Estados será una realidad candente.
Hoy no es posible permanecer indiferentes, paralizados por el temor de la narcoguerra genocida de Calderón y los capos de la droga contra el pueblo, cuando millones de mexicanos comienzan a sufrir la hambruna provocada por el desempleo, la carestía de los alimentos, por el fracaso del neoliberalismo y el capitalismo, a los que habrá que sustituir por otro sistema económico, que deberá poner en primer lugar la socialización de los medios de producción.
Las luchas de los obreros mexicanos, electricistas, mineros, estudiantes, pueblos indios y campesinos, chavos encabronados, pensantes e INDIGNADOS nos recuerdan las últimas palabras del maestro del periodismo ético, Miguel Ángel Granados Chapa al despedirse de sus lectores y del mundo y confiar en que el futuro de México no será la ignominia.
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