lunes, abril 04, 2011
ESTADO DE EMERGENCIA
Tomás Oropeza Berumen
Tiene razón el poeta Javier Sicilia al sostener que el país debe ser declarado en estado de Emergencia.
A México el gobierno de facto panista lo ha llevado al borde del abismo. La incontrolable violencia del hampa, militares, policía, paramilitares y espías de todas las agencias norteamericanas lo están despedazando conforme a un plan diseñado por el Pentágono para destruir el tejido social y desmantelar la Nación mexicana.
Son muchos los problemas que sufren millones de hombres y mujeres debido a las decisiones en materia de política económica y social de Felipe Calderón y la situación se ha tornado insoportable.
La ola de violencia que ensangrienta a México, y que ya ha provocado más de 35 mil muertes, principalmente de jóvenes, desde que el gobierno panista le declaró la guerra a los carteles de la droga en diciembre del 2006, es hoy una de las principales causas de la desdicha de millones de mexicanos, pero no la única.
Desempleo, bajos salarios, precarización del trabajo, extensión y profundización de la pobreza, despojo de las tierras al campesinado y a los pueblos indios, injusticia, discriminación, exclusión, falta de oportunidades de estudio, carestía alimentaria, insalubridad, etc. son otras que se unen a las consecuencias de la guerra que los gringos le impusieron a Calderón como condición para apuntalarlo en la presidencia.
Según reporte de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, desde el inicio de la narcoguerra hasta hace unos días han desaparecido 5 mil 397 personas y casi 9 mil cuerpos de víctimas de la violencia no han sido identificados.
Por su parte el grupo de trabajo de la Organización de las Naciones Unidas sobre Desapariciones Forzadas que visitó México y recorrió varias entidades para observar la situación de los derechos humanos, recomendó que en el corto plazo se retire al ejército del combate a las bandas criminales, por carecer de preparación para realizar tareas policíacas.
En los estados donde se desarrolla con mayor virulencia la narcoguerra decenas de miles de huérfanos están creciendo en un ambiente de pobreza y odio que los volverá carne de cañón de las bandas delicuenciales o de las corporaciones policíacas y paramilitares que parecen ser su única alternativa para sobrevivir ante la ausencia de programas sociales que los rescaten.
Además están cerca de 230 mil desplazados por el conflicto que se vive en varios estados del Norte de México, quienes han migrando a Estados Unidos o a entidades del país donde no existen las condiciones para proporcionales el apoyo que requieren.
Chihuahua, una de las entidades con mayor cantidad de muertes cometidas por narcotraficantes, ejército y paramilitares, tiene hoy por gobernador a Cesar Duarte, un priísta que se atrevió a proponer al Congreso un proyecto de Ley para obligar a los jóvenes sin empleo ni oportunidades de estudio a prestar servicio militar obligatorio, dizque para protegerlos de la delincuencia y recibir un salario.
Una medida seudokeynesiana para resolver un problema creado por el modelo neoliberal implantado hace tres décadas por el gobierno de Miguel de la Madrid.
A la leva que realizan las bandas del hampa pretendió añadir la de un ejército que a diario viola los derechos humanos.
El episodio del asesinato de siete personas en Temixco, Morelos, ocurrido entre el 27 y 28 de marzo habría pasado desapercibido si entre los muertos no hubiera estado un estudiante de administración, Juan Francisco Sicilia, hijo del poeta católico, autor de Viajeros de la noche, periodista colaborador del diario La Jornada y del semanario Proceso, quien se ha dado a la tarea de organizar del descontento con la infernal situación que impera en el estado donde en los dos años recientes se han registrado más de 450 muertes violentas.
En una semana Cuernavaca ha sido escenario de varias movilizaciones masivas para exigir paz, justicia y desmilitarización, además de castigo para los asesinos de Juan Francisco Sicilia Ortega, Luis y Julio Romero, Gabriel Alejo, Socorro Estrada, Álvaro Jaimes y una persona desconocida.
A la lucha del pueblo morelense hoy encabezada por Javier Sicilia se ha sumado el movimiento No más sangre que ha convocado a manifestarse en Monterrey, Guadalajara, Guanajuato, Puebla, Saltillo y Jalapa.
Estamos seguros de que el descontento y el repudio contra los responsables de tanto crimen seguirá creciendo porque como dijo el vate: ¡Estamos hasta la madre!
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