domingo, agosto 02, 2009




VIVE MÉXICO
Tomás Oropeza Berumen
México, 02, 08, 009. - El discurso triunfalista de Felipe Calderón quien todos los días habla de la superación de la crisis económica tratando de disimular su ineptitud para implementar una política económica, que al menos mitigue la pobreza que padecen 80 millones de mexicanos, así como la insultante concentración de la riqueza en manos de la oligarquía, están generando las condiciones para el surgimiento de grandes movimientos de rebeldía social en todo México.
De hecho el crecimiento de la delincuencia y la criminalidad son un síntoma de que enormes franjas de la población no encuentran alternativa dentro de la legalidad de un sistema basado en la explotación de la mayoría por la minoría dueña de los medios de producción. En el que millones de personas tienen que ganarse la vida fuera de la ley y la economía “formal”, realizando actividades económicas que finalmente permiten la permanencia de un capitalismo colonial y subordinado a la economía de la metrópoli imperialista norteamericana.
Los 25 mil millones de dólares que, según el Departamento de Estado de EEUU se mueven en ese negocio en México permiten la subsistencia de decenas de miles de familias, que de otro modo serían parte de los 18.2 millones que sufren de pobreza alimentaria.
La tormenta perfecta de que habló Calderón no ha pasado, apenas se esta fraguando y todo parece indicar que será de larga duración porque la crisis económica de sobreproducción relativa abarca al mundo, aunque los economistas y gobiernos neoliberales parecen olvidar su gravedad por unas cuantas señales transitorias de “recuperación” en Japón o China.
Pero aún cuando fuera cierto que ya se tocó fondo, las consecuencias de la devastación de la crisis capitalista no serán superadas en el corto plazo y los efectos del desempleo y ahondamiento de la miseria no tienen porqué ser soportados estoicamente por los pueblos hasta que el capitalismo se recomponga. Los dueños del dinero hoy mismo están pugnando para reorganizar a su favor las relaciones entre capital y trabajo e imponer condiciones de mayor explotación en busca de mayores tasas de ganancia. Por ello necesitan llevar adelante las reformas neoliberales privatizadoras que hasta ahora no han podido efectuar.
Hoy por hoy la realidad es que el gobierno de Calderón esta en un atolladero después de los resultados electorales del 5 de julio en los que a pesar de haber perdido el PAN se fortaleció el bloque de la derecha en un Congreso electo por la tercera parte de los empadronados y donde el PRI aliado con el PV obtuvo la mayoría de los escaños, pero contando con la posibilidad de hacer frente en cuestiones estratégicas con el PAN y el PANAL, así como con un sector del PRD. Todos en bloque contra los intereses populares y a favor del capitalismo salvaje. Y sin embargo, con intensas pugnas en esa hermandad de cara al año 2012.
El margen de maniobra económico se ha estrechado tanto que Calderón y su gabinete aplicarán en cascada medidas que podrían detonar la insurgencia social: aumento y aplicación de nuevos impuestos, aumentos a las tarifas de los bienes y servicios del sector público, como los combustibles, energía eléctrica (cuyas tarifas han aumentado 54 por ciento desde la llegada del PAN a la presidencia), multas, etc., etc. para tapar el hoyo negro que el despilfarro y el desplome económico han generado en las finanzas públicas.
A lo anterior habrá que agregarle:
Crecimiento del desempleo que este año se engrosó con la cancelación de 735 mil plazas en el sector formal (el doble de los empleos creados entre 2007 y 2008).
Disminución de casi el 12 por ciento en los ingresos por remesas por el incesante crecimiento del paro en Estados Unidos. Entre enero y junio pasados estas fueron de 11 mil 78 millones de dólares, 11.94 % menos que en ese lapso en 2008.
Disminución de 41.3 por ciento de los ingresos por exportación de petróleo que en el primer semestre del año se ubicó en 10 mil 605 millones de dólares.
Recortes de las partidas otorgadas a los 2, 400 municipios del país por mas de 90 mil millones de pesos con la recomendación por parte de la Secretaría de Hacienda de aumentar impuestos como el predial y/o aumentar precios de servicios y mercancías.
Un desplome del 30 por ciento en las inversiones extranjeras, que pasarán de 18 mil millones a 14 mil millones de dólares.
Al mezclar la deprimente situación económica donde la inmensa mayoría se empobrece ininterrumpidamente y una minoría se enriquece a manos llenas, con las violaciones a los derechos humanos cometidas por el ejército; la impunidad de los responsables de la muerte de los 49 niños de Hermosillo, Sonora; el asesinato de activistas sociales, como el del poblano Fermín Mariano Matías, en Tlaxcala; Benjamín Arroyo Galván, Géminis Ochoa y Benjamín Le Barón en Chihuahua, los crímenes impunes contra mujeres en CD. Juárez, las represiones contra los mineros y los despidos injustificados en miles de empresas gubernamentales y privadas resultará un cóctel de pura TNT. Ni más ni menos.
Las condiciones objetivas de miseria, explotación, injusticia y desconfianza de las masas en el sistema político están dadas. Sólo faltan las condiciones subjetivas de conciencia, programa, organización, movilización y lucha de clases para que los trabajadores pongan en su lugar a los explotadores y a su gobierno.