lunes, mayo 04, 2009


ATENCO, NI SE ASUSTA NI SE RINDE

Tomás Oropeza Berumen

México, 04.05.009.- La epidemia de la influenza porcina ahora bautizada como virus A/H1N1, aunada a las medidas adoptadas por el gobierno de Felipe Calderón han profundizado la recesión económica y a once días de suspensión de clases en todo el sistema educativo del país y cierre de restaurantes en el DF, la secretaría de Salud ha determinado el reinicio paulatino de las actividades económicas y educativas.
Por lo pronto este día comenzó la campaña electoral para renovar la Cámara baja integrada por 500 diputados y con ello definir la correlación de fuerzas en ese órgano legislativo, cuestión estratégica para que el presidente de facto avance en las reformas neoliberales que se ha propuesto y rumbo a las elecciones federales del 2012.
En un contexto de deterioro económico donde se calcula una caída mayor al 5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) durante el año en curso; de aumento en el desempleo, agravado por las medidas sanitarias para controlar la influenza porcina (IP) como el cierre de restaurantes, cines, antros, etc.; desplome de la actividad turística y crecimiento inflacionario, los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD), Del Trabajo (PT), Convergencia, Social Demócrata, Verde, y otros de menor importancia llevarán a cabo una campaña donde no podrán realizar actos masivos por las restricciones sanitarias. Aunque la realidad es que la prohibición les cae como anillo al dedo, porque ninguno tiene capacidad para convocar, si no hay de por medio algún “regalo” para los acarreados.
Esto luego de varios meses de que el Instituto Federal Electoral (IFE) ha estado machacando en todos los medios de difusión una campaña fascitóide que intenta convencer a los 30 millones de mexicanos que aproximadamente integran el padrón electoral, de que vale la pena acudir a las urnas para votar por personajes que sólo representan los intereses de sus partidos, comprometidos casi sin excepción con grupos de empresarios mafiosos.
Según la Cuarta Encuesta Nacional Sobre Cultura Política y Practica Ciudadana, realizada por la Secretaría de Gobernación (Segob) el 66 por ciento de los encuestados desconfía de la limpieza en los procesos electorales. Y a pesar de que no es posible confiar en la Segob dirigida por un abogado patronal como lo es Fernando Gómez Mont, el hecho es que esos datos permiten inferir que más de la mitad de los posibles electores ya pensaban darle la espalda al circo electoral que se vislumbraba antes de que surgiera la influenza porcina y hoy el ambiente generado por la crisis de salud sumará a la desconfianza la depresión, por lo que es previsible que ahora el abstencionismo llegue a un mayor nivel.
De este modo la correlación de fuerzas en el Congreso estará muy lejos de expresar lo que realmente sucede en el país, pues al divorcio real de los partidos políticos con la sociedad que, habrá que sumar el que se derivará de la peculiar situación creada por la forma como se está enfrentando la emergencia sanitaria.

Por esta razón no hay que dudar que la sociedad mexicana seguirá acumulando inconformidad y el México imaginario de las instituciones podridas y controladas por las mafias económicas y políticas será, tarde o temprano, enfrentado por el país real, el de los 75 millones de pobres, sin trabajo, tierra, educación ni futuro.

De que eso puede suceder son claro ejemplo el movimiento zapatista de 1994; el de los estudiantes universitarios que crearon el Consejo General de Hulega hace diez años para llevar a cabo un movimiento huelguístico de masas que paró el intento por privatizar la UNAM, así como la lucha de los campesinos y pobladores de San Salvador Atenco, que dio al traste con el proyecto del ex presidente Vicente Fox quien intentó construir un aeropuerto internacional en las tierras del ex vaso de Texcoco.
Al cumplirse el 3 de mayo, tres años de la brutal represión contra el movimiento de los campesinos, pobladores de Atenco, organizados en el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (Fpdt) esa organización llevó a cabo un evento para anunciar el inicio de una campaña por la liberación de 12 luchadores sociales integrantes de esa población. Entre ellos se encuentra Ignacio del Valle, dirigente del Frente, condenado a 112 años de prisión.
Para el escritor Luis Hernández Navarro, Ignacio del Valle y sus compañeros son rehenes del gobierno para obligar al Fpdt a claudicar en su defensa de la tierra que les heredaron sus antepasados zapatistas, pues de nueva cuenta tanto el gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto -el mismo que ordenó la represión el 3 de mayo del 2006-, como Felipe Calderón pretenden llevar a cabo lo que Fox no pudo: construir el aeropuerto sin reparar en costos sociales.
Por su parte el antropólogo, Gilberto López y Rivas y la actriz Ofelia Medina, señalaron que desde la noche del 23 de abril se inició un golpe de estado no declarado al que López y Rivas denominó golpe de Estado sanitario y apuntó que en la Ley de Turismo aprobada por todos los partidos, se vulneran los derechos de los pueblos indígenas sobre sus patrimonios arqueológicos, bienes, recursos naturales y conocimientos, convirtiéndolos en mercancías susceptibles de apropiación para por el capital.
En una carta abierta del FDPDT dirigida al Ejército Zapatista de Liberación Nacional y la Otra Campaña, se insistió reiteradamente en la idea de que Atenco y el EZLN son aliados en su lucha contra el gobierno. Sin embargo, llama la atención de que por parte del EZLN no hubiera algún comunicado ni saludo para Atenco.

En la actual coyuntura política y social en la que predomina el miedo y la parálisis es digno de reconocimiento el inicio de la campaña por la liberación de los presos políticos de Atenco.
Igualmente la manifestación de los maestros de la Coordinadora Magisterial el 1º de mayo a pesar del cerco sanitario de los granaderos y la claudicante actitud de los llamados sindicatos independientes que, como corderitos se doblegaron ante las disposiciones del gobierno espurio. Ambos contingentes demuestran que el pueblo mexicano tiene en su haber amplios sectores combativos y de vanguardia que no se dejan intimidar por las campañas de guerra psicológica del régimen policíaco militar de Calderón quien no descansa ni un momento en su afán entreguita para avanzar en su proyecto neoliberal de mayor explotación de la clase trabajadora y sometimiento del país a la potencia del Norte.