sábado, diciembre 12, 2009
ALGUNAS LECCIONES DE LA LUCHA ELECTRICISTA
Tomás Oropeza Berumen
México, 12.12.009.- La negativa de la juez federal Guillermina Coutiño Mata a la solicitud de Amparo del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) frente al decreto del 11 de octubre, mediante el que se liquidó la CLF y de lanzó a las filas del desempleo a 45 mil trabajadores, es la enésima demostración de que en México no existe la justicia para los trabajadores ni para el pueblo. De que el llamado poder Judicial sólo actúa en beneficio de los poderosos. Igual que el Legislativo y el ejecutivo de facto. Nada nuevo, pero es necesario tomarlo en cuenta.
Los electricistas y el pueblo están aprendiendo que el Estado mexicano tripulado hoy por el PAN no es otra cosa que un instrumento al servicio del capital. Qué ejerce el monopolio de la violencia en beneficio de los explotadores para romper cualquier resistencia de obreros, campesinos pobres y del pueblo explotado a la dictadura de la burguesía, nacional o extranjera.
A pesar de la campaña propagandística para difundir el cuento de que los electricistas eran unos privilegiados, estamos viendo que el gobierno de Calderón sirve exclusivamente a la oligarquía que lo puso en la silla presidencial mediante un fraude electoral.
Que el verdadero proyecto del gobierno panista no es desarrollar una industria eléctrica más eficiente, sino llevar hasta el final su privatización en beneficio de empresas extranjeras y nacionales.
En realidad se persigue que Televisa, Ibedrola y tv Azteca se apropien de la infraestructura de CLF para llevar adelante el negocio de la trasmisión de imagen, telefonía e internet que los electricistas querían poner gratuitamente al servicio de la población del centro del país. Que con el golpe al SME se inicia otra fase del proyecto neoliberal para destruir todo tipo de organización de defensa de los de abajo para avanzar en la imposición de nuevas formas de explotación de la clase obrera y del pueblo en general.
Que el régimen de Calderón es una verdadera dictadura fascista apoyada por la oligarquía y el ejército que esta imponiendo la militarización en el país con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico.
Los electricistas del SME decidieron llevar a cabo la lucha en el terreno jurídico y en el de la política mediante movilizaciones en alianza con trabajadores, estudiantes y campesinos para echar abajo el aberrante y anticonstitucional dictado, sin haberlo conseguido, porque -hasta ahora- no se ha logrado crear una fuerza social suficientemente poderosa para romper la ofensiva del gran capital contra el proletariado y el pueblo. Pero eso esta por verse, porque este episodio de la lucha de clases no ha terminado aún.
Pese al llamado puente Guadalupe – Reyes con el que irresponsablemente se evaden de la realidad millones de personas. La lucha del SME se mantendrá con movilizaciones y plantones durante diciembre. Pero en enero continuará y habrá que preparar la huelga nacional acordada en Octubre.
Sabemos que las burocracias sindicales maniobrarán para impedir que se concretice la solidaridad de clase, como lo esta haciendo en el STUNAM el charro Agustín Rodríguez, diputado del PRD, mediante la corriente Roja (que revocó el acuerdo para que cada trabajador aportara cien pesos en apoyo al SME). Pero habrá que hacerlos a un lado.
También es probable que algunos trabajadores desesperados decidan aceptar la liquidación y que la labor de zapa de esquiroles al interior del sindicato lo debilite, pero a pesar de ello el movimiento seguirá adelante porque la el deterioro económico del país no habrá de parar en 2010 y el creciente desprestigio del gobierno calderonista y las incesantes injusticias hará que decenas de miles se sumen a la lucha. No solo para apoyar al SME sino también para tratar de quitar a Calderón y su pandilla del gobierno.
Los 80 millones de pobres (77%) que hay en el país de una población de 104 millones de mexicanos, los millones que no tienen empleo, ni educación, ni vivienda. La caída de casi el 7 por ciento del PIB, el desplome de los precios del petróleo, la violencia del ejército, las policías y el narco paramilitarimo sumado a la destrucción de 425 mil empleos que según el Banco de México ocurrió en 2009, el alza de impuestos que elevará la inflación a 5.7 por ciento este año. La creciente salida de capitales que en los tres años del calderonato llega a 30 mil 111 millones de dólares y la caída de las remesas en 36 por ciento son un coctel explosivo.
El hartazgo del pueblo ya se está expresando con manifestaciones contra la militarización como la del viernes en CD. Juárez, donde el Operativo Conjunto incrementó en mil por ciento el número de asesinatos que ya casi llega a 3 mil en este año.
Pero también con rebeliones espontáneas contra la policía y el desprestigiado aparato de justicia que acudió a rescatar a presuntos delincuentes en Otumba y Naucalpan (un judicial en el primer caso y un violador en el segundo) de la turba enfurecida que pretendía lincharlos. La quema de patrullas y enfrentamiento con los granaderos y polizontes en esas localidades del estado de México la semana pasada, son indicios de que el México bronco puede desbordarse.
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