jueves, octubre 14, 2010


TIEMPOS DE CAMBIO

Tomás Oropeza Berumen

No sólo el modelo económico impuesto al mundo por las grandes potencias imperialistas a través de sus organismos financieros internacionales, el neoliberalismo, está haciendo agua a raíz del estallido de la crisis económica en 2008. Es, en última instancia, el modo de producción capitalista el que se halla en un callejón sin salida.

El reconocimiento por parte de los directivos del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, de la gravedad de la crisis económica en curso no alcanza a expresar la profundidad del desbarajuste que vive el mundo. Se queda en el lamento y a lo sumo apunta hacia la necesidad de hacer algunos cambios cosméticos en las orientaciones de las políticas económicas de los principales motores del mundo. No puede ser de otro modo. Ambas agencias expresan los intereses del gran capital.

Pero el hecho de que señalen en voz del Director gerente del FMI, Dominique Strauss Kahn, el riesgo de que los jóvenes de hoy sean una generación perdida, porque en las condiciones actuales les sea imposible encontrar empleo, al tiempo que advierte sobre el peligro para la paz social que eso implica, debería encender un foco rojo para que los adoradores del neoliberalismo comiencen a buscar alternativas al modelo económico hoy evidentemente quebrado por la realidad.

Según datos de esos organismos cuyas directrices económicas se han impuesto en casi todo el mundo, provocando el desmantelamiento del Estado Benefactor (terminar con los aranceles aduaneros; desregular sus economías en beneficio del capital financiero; abrir sus mercados; privatizar empresas paraestatales; reformar sus legislaciones laborales, etc.) la crisis iniciada hace dos años destruyó 30 millones de empleos y el crecimiento económico del mundo no generará en el corto plazo los 450 millones de plazas que hacen falta para incorporar a los jóvenes a la economía.

A lo anterior hay que agregar el hecho de que hoy existen, según el FMI, 210 millones de personas sin empleo en el mundo. En cuanto a la calidad de los empleos existentes la Organización Internacional del Trabajo (OIT) punta que el 50 % de los ocupados tiene un empleo precario, es decir inestable y sin ningún tipo de prestaciones y que 8 de cada diez personas en el mundo no cuenta con ninguna cobertura de seguridad social.

En México

Según los pronósticos del FMI en la segunda mitad de este año y el primer semestre del 2011 la economía mundial se desacelerará.
Para México el Grupo Financiero Invex calcula que este año su PIB será de 4%, sin lograr aún recuperar lo perdido el año pasado, cuando cayó cerca del 7% y que en 2011 descenderá el PIB a 3.2 %. El FMI tiene otro pronóstico, un poco menos negativo: para 2010 calcula un crecimiento de 5% y de 3.9 en el año próximo.

Según el INEGI en julio pasado la tasa de desempleo era de 5.7% y de subocupación de 8.5% . De los desempleados el 74.7 % contaba con estudios superiores.
Una cuestión medular que los economistas oficiales pierden de vista cuando hablan del crecimiento de la población sin empleo es que dentro del modo de producción capitalista el desarrollo de la ciencia y la técnica aplicado a la producción, se traduce en un desplazamiento de fuerza de trabajo, pues al aumentar la productividad de éste, aumenta la masa de medios de producción, materias primas, etc. , que puede poner en movimiento una cantidad decreciente de obreros.

Dice El Capital, la obra cumbre de Marx y Engels, que la existencia de una sobre población relativa, de un ejército industrial de reserva, es consustancial al sistema socioeconómico capitalista.

Hoy es claro que los desarrollos científicos y tecnológicos han incrementado la productividad en el mundo. Qué una cantidad menor de trabajadores puede producir mucho más de lo que antes producía una masa mayor de fuerza de trabajo. Y eso se traduce, dentro de las actuales relaciones de producción basadas en la propiedad privada de los medios de producción, en una desgracia para millones de hombres y mujeres que resultan ser una sobrepoblación que no encontrará quien le compre su fuerza de trabajo.

Seguramente los cálculos del desempleo que hacen el FMI, BM y OIT se quedan cortos, pues su metodología esta lejos de buscar la verdad, como ocurre con la del INEGI y en general con las estadísticas gubernamentales. Por lo cual la situación de los trabajadores del mundo es mucho más grave de lo que dicen quienes trabajan noche y día para que continúe el desorden mundial capitalista.

Contra los efectos de la política neoliberal se está levantando la clase obrera de varios países. En España recientemente más de 10 millones de obreros paralizaron al país repudiando la reforma laboral impuesta por la derecha, incluyendo al PSOE.
En Francia continúan las movilizaciones proletarias contra el despojo de los fondos de retiro y el incremento de la edad para jubilarse.

Grecia ha vivido paros y manifestaciones masivas contra el plan económico que les impuso la Unión Europea y el FMI, mismo que perjudica a la clase trabajadora.
A unas semanas de cumplirse un siglo del estallido de la revolución de 1910, los trabajadores mexicanos y amplias capas de la población viven la traición de la izquierda electorera y buscan una salida a la miseria que casi 30 años de capitalismo salvaje ha generado.
Dentro del capitalismo no hay salida, a lo sumo puede haber paliativos, soluciones parciales y temporales, aún cambiando el modelo neoliberal por uno de inspiración keynesiana, las leyes del sistema terminan por imponerse y desembocar en crisis como la que atraviesa el mundo hoy.

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